Cuando las negociaciones fracasan, la guerra es inevitable. Los atacantes rodean el castillo para sitiarlo y evitar que lleguen a él provisiones y alimentos. Sin embargo, en lugar de esperar a que mueran de hambre, abren paso gracias a su variada y temible ingeniería de asedio que, acabará por rendir el castillo.
ARMAS
Ballesta: para disparar una ballesta primero había que tensar la cuerda, después colocar la saeta en posición y finalmente apuntar al objetivo.
Espada: era el arma típica del caballero y soldado medieval. Espada recta, de doble filo y empuñadura para una mano.
Hacha de guerra: era una de las armas más efectivas dado su inmenso poder para asestar tajos.
Lanza y albardas: las armas de asta fueron las reinas indiscutibles en el campo de batalla.
Maza de armas: especializada para punzar a través de las armaduras
Arco: el proceso de disparar una flecha con un arco exigía mucha fuerza y precisión.
Mangonel (catapulta):es un tipo de catapulta con una gran capacidad de maniobra, aunque de menor alcance que el fundíbulo. Consistía en un brazo y una cesta montados sobre una estructura de madera.
Ariete: se empleaba para derribar las puertas del castillo, aunque también podía utilizarse contra las murallas.
Fundíbulo o trabuquete: era una de las armas más poderosas de la ingeniería del asedio medieval. Se trataba de una enorme catapulta de gran fuerza y precisión, capaz de arrojar proyectiles a más de 300 m de distancia. Podía disparar contra las murallas de un castillo y, sobre todo, por encima de ellas.
Torre de asedio:El modelo básico es el de una torre de base cuadrada de varios pisos, unidos entre sí por una escalera interna o posterior, dos o tres metros más alta que las murallas a superar y con un puente levadizo en su parte superior por el que alcanzaban las almenas enemigas los soldados (y a veces, la caballería) que llevaba en su interior.
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