Son muchos los beneficios que la práctica de la interioridad proporciona a los niños:
- Mejora el aprendizaje, la atención, la creatividad y el rendimiento académico.
- Pueden concentrarse mejor e ignorar las distracciones.
- Les ayuda a regular sus emociones, a encontrar la tranquilidad y el equilibrio cuando se sienten enfadados, angustiados, molestos…y a sentirse más seguros.
- Desarrollan la compasión y la amabilidad hacia si mismos y hacia los demás.
En esta ocasión hemos trabajado los siguientes ejercicios:
- Atentos y quietos como una rana. La rana es un animalito que puede dar grandes saltos pero también puede quedarse muy quieta, observando todo lo que pasa a su alrededor pero sin reaccionar de inmediato, respirando con mucha calma. Su tripa se hincha cuando entra el aire y se deshincha cuando sale el aire. Vamos a sentarnos y a respirar como la rana, así, la ranita no se cansa y no se deja arrastrar por todos los planes interesantes que se le pasan por la cabeza. Durante un rato vamos a estar quietos como una rana, notando como la barriguita de abulta un poco y después se hunde otra vez.
- Masaje relajante con el compañero. Con una pelotita de espuma los alumnos van girándola por la cabeza, tronco y extremidades, según las directrices de la profesora y siempre en silencio, escuchando la música de fondo.
- Expresión de lo que hemos sentido. Abrazos y besos a los compañeros.
- Visionado de una película de Peppa Pig: El día de descanso de la señora Rabit
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